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¿Que Te Parecen Los Huevos De Papá?

Mi nombre es Damián y esta historia empezó cuando yo tenía 18 años. Mis padres se habían divorciado hace varios años ya que hacía mucho tiempo que no se llevaban bien. Fue un poco traumático para mí y para mi hermano, Vivíamos en casa con mi madre, y los fines de semana lo pasábamos con nuestro padre. Por aquel entonces mi padre tenía 42 años, y aunque no era un adonis se conservaba bastante bien. Era bastante alto, delgado, fibrado y bastante peludo. Era algo que envidiaba porque yo tenía muy poco pelo en el pecho. En el mes de agosto mi hermano decidió ir a un campamento de fútbol, para poder practicar e intentar entrar en un equipo. Así que durante 15 días mi padre y yo estaríamos solos en el apartamento que teníamos cerca de la playa.

Los veranos con mi padre eran muy divertidos, íbamos a pescar, a la playa, hacíamos deporte, nos llevaba a conocer sitios nuevos, quedábamos con sus amigos que eran muy divertidos y siempre acababan hablando de mujeres y dándome consejos. Siempre lo pasábamos bien. El primer día de vacaciones fuimos a la playa un rato, y después fuimos a comprar para hacer una barbacoa, y mi padre compro muchas cervezas, según mi padre yo ya era un hombre y ahora podíamos beber juntos. Después de pegarnos una buena comilona y bebernos 4 cervezas cada uno, nos tiramos en los sofás del apartamento a descansar un rato. Los dos estábamos solo con el bañador, un pequeño short. Al estar sentado frente a mi padre pude ver que uno de los huevos de mi padre casi se escapaba por la pernera de su bañador. Se veía que era grande y gordo y bastante peludo. No sé porque no podía dejar de mirarlo, nunca había sentido curiosidad por ver a otros hombres desnudos, de hecho en el gimnasio, o cuando nos cambiamos el equipo de fútbol siempre hay muchos hombres desnudos y jamás había mirado otra verga, pero ahí frente a mi padre no podía quitar la vista de ese trozo de huevo que se asomaba, y sin poder evitarlo también me percate que su polla se dibujaba perfectamente en el bañador, reposaba sobre su muslo, y se notaba perfectamente el capullo, se notaba que estaba en reposo pero era una buena polla. Mi propio rabo empezó a ponerse duro imaginando como era la polla de mi padre.

Cogí un cojín del sofá e intente taparme para que mi padre no se diera cuenta de que en ese momento tenía el rabo a tope.

- ¿Que pasa hijo? ¿ el calor te a puesto cachondo?- pregunto entre risas. - Papa, joder...............- estaba muerto de vergüenza - No pasa nada hijo, es normal a tu edad, pero....- e hizo una ligera pausa- ¿hay algo que quieras contarme? sabes que puedes ser sincero y yo siempre te apoyare. - ¿Qué?- dije sorprendido- no entiendo a que te refieres- Mi padre bajo la cabeza y estuvo unos momentos pensativo. Me miro a los ojos y me soltó a bocajarro.

-¿ te sientes atraído por los hombres?. - ¿QUEEEEEE? ..... no, claro que no. Pero, ¿Que dices? - Bueno Damián, sabes que yo siempre te querré, pase lo que pase. -Ya, pero que no soy gay - Y entonces................-hizo otra pausa para tragar silaba y soltar-¿por qué se te ha puesto dura mirándome la entrepierna? ¿o crees que no me he dado cuenta? Me quería morir en ese instante, no sabía ni que decir, ni que hacer, solo quería salir corriendo, pero lo único que hice fue quedarme petrificado y apretar mas el cojín que me tapaba la empalmada. - Damián- dijo mi padre intentando tranquilizarme- está bien, no pasa nada. Solo quería saber si estaba todo bien, no te agobies, supongo a tu edad es normal. Dejémoslo pasar. Yo seguía sin poder mirarle a la cara, pero casi en un susurro conteste: - No sé que me ha pasado, pero es que se te ve un huevo y no he podido evitar mirarlo, y no sé.... se ve tan.... tan ... grande y gordo...... y tan peludo....no sé.... creo que ha sido curiosidad. Mi padre estuvo callado un momento, supongo que asimilando lo que le había dicho y replico: - Joder, no sabía que se me escapa un huevo, pero este bañador es pequeño, y la verdad es que tengo unos buenos huevos, mis amigos siempre me lo dicen, y además llevo ya cuatro días sin correrme y los tengo a tope de leche... - Papa!!! joder....- - ¿Qué? para una vez que nos ponemos a hablar de sexo... además es verdad que tengo unos buenos huevos,¿ quieres verlos bien? Yo estaba alucinado con sus palabras y no podía creer que esto estuviese sucediendo, y sin darme tiempo a reaccionar mi padre se levanto del sofá se bajo el bañador y se quedo sentado en el borde del sofá, dejando sus enormes pelotas y su polla colgando.

Mis ojos no se podían creer lo que veían, su polla era gorda y reposaba dormida sobre dos enormes bolas de carne que parecían dos pelotas de billar, pesadas y peludas. Mi padre se llevo una mano sobre las pelotas y las toco mientras que con la otra mano se dio una sacudida a la polla. Entonces se tumbo contra el respaldo del sofá, puso sus manos tras su cabeza y mirándome con una sonrisa de orgullo me pregunto: - ¿Que te parecen los huevos de papá? - Joder.... nunca había visto unos huevos tan grandes- dije incorporándome un poco, lo que hizo que el cojín que me tapaba se cayera al suelo. - Ya veo, ya-. dijo mi padre riendo- menuda empalmada llevas, tienes la polla a cien. -Perdona papa, no se que me pasa pero no me puedo creer lo que veo - ¿Quieres tocarlos? - me pregunto orgulloso. Ni lo dude, me acerque hasta donde estaba y me arrodille frente a mi padre, él abrió mas las piernas e hizo un gesto con la cabeza invitándome a tocarle. Acerque mi mano y sopese esos enormes huevos, eran pesados y no me cabían en una mano, y acerque la otra. Mi padre suspiraba de mis caricias y su polla empezó a reaccionar empezando a coger volumen. Con una mano cogí su verga y empecé a masturbarle despacio, bajando su piel y dejando al descubierto un rosado capullo que ya empezaba a brillar por el precum que brotaba. Mi padre recibía mis caricias con los ojos cerrados y soltando gemidos, acariciaba su vientre y su pecho peludo y comenzó a pellizcar y retorcer sus pezones, lo que hizo que su ya dura polla diera un respingo y creciera aun mas. Me puso tan caliente que acerque mi boca y pase mi lengua por su glande. Lo que hizo que mi padre bufara como un toro. Sabia salado, a su precum y me gusto, así que abriendo la boca todo lo que pude metí la mitad de su polla en mi boca, mientras seguía acariciando sus pelotas. - Joder que gusto- soltó entre gemido- no pares joder, me matas de gusto. Yo seguía engullendo con ganas todo su rabo, notando como palpitaba y se endurecía, el precum emanaba como una fuente y yo lo paladeaba, su sabor me hacia ponerme mas y mas cachondo.

Sus gemidos iban en aumento y a mi me gustaba saber que estaba haciéndole disfrutar - Apriétame los huevos- grito de golpe. Yo los apreté un poco, y seguí con la mamada.

- Me voy a correr, joder... apriétame los huevos con fuerza... Volví a apretarlos un poco más, pero me daba miedo hacerle daño - Así no joder- grito- no sean nenaza, aprieta con fuerza, retuércelos, nada me pone mas cachondo, coño, aprieta. Tire de sus pelotas, las apreté y las retorcí, Entonces mientras con una mano retorcía uno de sus pezones, apretó mi cabeza contra su polla haciendo que entrase entera en mi garganta impidiéndome respirar y empezó a soltarme chorros de leche caliente que degustaba con gula. Fue tal la excitación que me corrí de forma bestial en el bañador sin tocarme. Cuando soltó mi cabeza, y mientras mi padre se recomponía de la gran corrida que había tenido, yo seguí recogiendo los restos de lefa que quedaban y lo que había goteado en sus huevos. aprovechando para lamerlos. Cuando termine, metí mi mano en mi bañador recogí mi corrida y me la lleve a la boca, tragando también mi corrida. Mi padre me acaricio el pelo, me beso en los labios y susurro mientras sonreía: - Te he dicho ya que me encanta tener un hijo gay. - Coño, papa que ya te he dicho que no soy gay.. Puso su dedo en mis labios, para que no siguiera hablando y me dijo: - A partir de ahora si eres gay, y te vas a dedicar a comerme la polla y jugar con mis pelotas siempre que te lo pida. y luego te voy a romper el culo y te voy a follar como una puta, ¿entendido? Yo solo pude asentir. - Y ahora llama a tu madre y dile que has decidido venir a vivir conmigo y que mañana pasamos a recoger tus cosas- me dio un beso apasionado y se fue al baño dejándome en medio del salón con una sonrisa de oreja a oreja imaginando todo lo que me esperaba.

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